''Esas cosas no existen...'' pensó, pero lo que veía contrariaba completamente esa idea.
Ella levantó el rostro y las ganas de trasbocar aparecieron instantáneamente en su espectador. Sus labios llenos de sangre... ya podía sentir el olor metálico de esta en su nariz, aun cuando ella estaba, considerablemente, lejos de él.
Un segundo después todo sentimientos anterior fue reemplazado por el terror, esa chica lo estaba mirando con una sonrisa llena de malicia. Intentó retroceder, pero lo único que logró fue enredarse con sus propios pies y caer de lleno al suelo.
Ella se puse de pie, pateo el cuerpo que tenia en frente, de sus labios derramaba la sangre dándole un aspecto macabro...
El gateó de espaldas intentando alejarse, sus ojos estaban desorbitados, el miedo lo carcomía...Ella se puse de pie, pateo el cuerpo que tenia en frente, de sus labios derramaba la sangre dándole un aspecto macabro...
''Tengo que huir...'' pensó con desesperación , pero lo único q conseguía era que sus movimientos fueran cada vez más torpes.
La chica se acercó al limite del tejado en donde estaba, se acuncliyó tomando impulso y saltó hacia la azotea donde el chico se encontraba. Sus movimientos graziles daban la sensación de que estuviera volando, sus cabellos alborotados por el viento, el vestido que se ceñía a su esbelto cuerpo, ella... hermosa como pocas, letal... como ninguna.
Cayó justo frente a él, mirándolo con detenimiento, con esa horrible sonrisa dibujada en su rostro.
''Por favor...'' rogó él y una risa tan suave, como tocar la seda, se dejó oír desde la garganta de aquella chica.
''Por favor...?'' repitió ella, su voz dulce y delicada. Se arrodilló frente a él y este gateó más, solo consiguiendo quedar atrapada entre la pared y ella ''Es muy tarde para suplicar...'' murmuró.
Luego de eso todo se volvió negro, su cuerpo parecía gelatina, el mundo había apagado sus luces, lo había abandonado cuando más lo necesitó y lo había dejado a merced de esa criatura que, ahora, lo reclamaba como suyo.
Si, porque él no había muerto... solo había cerrado los ojos para luego abrirlo y ver el mundo con unos nuevos... los nuevos ojos que le brindaba su creadora...
Fin...?
''Por favor...'' rogó él y una risa tan suave, como tocar la seda, se dejó oír desde la garganta de aquella chica.
''Por favor...?'' repitió ella, su voz dulce y delicada. Se arrodilló frente a él y este gateó más, solo consiguiendo quedar atrapada entre la pared y ella ''Es muy tarde para suplicar...'' murmuró.
Luego de eso todo se volvió negro, su cuerpo parecía gelatina, el mundo había apagado sus luces, lo había abandonado cuando más lo necesitó y lo había dejado a merced de esa criatura que, ahora, lo reclamaba como suyo.
Si, porque él no había muerto... solo había cerrado los ojos para luego abrirlo y ver el mundo con unos nuevos... los nuevos ojos que le brindaba su creadora...
Fin...?
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