Cuando uno menos se lo espera, los fantasmas del pasado pueden atacar.
Es ahí cuando uno se da cuenta que tan enterrado está su ayer y que tan reciente se hizo la herida.
No duele, pero perturba.
No duele, pero entristece.
Me gustaría decir que no sentí, pero sí lo hice.
No me importa si se aparecen de la nada en mi cabeza y fastidian mi día, pero no se acerquen a los que no tienen que ver con ustedes.
No malogren mis recuerdos actuales, quédense donde deben, en ese estúpido pasado que no merece ser recordado.
No causen más de lo que ya hicieron, vivan sus vidas lejos de mí y los míos.
Tal vez suene posesivo, pero qué más da ¿No lo fueron ustedes?
Es increíble la capacidad de memoria de las personas cuando algo les interesa.
También lo es la capacidad que tiene algunos de recordar solo lo que le causa dolor.
Mi capacidad es esa, recordar mi tristeza ¿O será tal vez ese un castigo eterno?
Cuanto más pasa el tiempo, el efecto se intensifica más y más, quiero frenarlo y ya no pensar más en eso, necesito hacer eso.
Algún día tal vez no consiga, deberá pasar, estoy segura de eso, porque no creo poder seguir soportando estas cosas tal tontas.
Porque es tonto pensar y recordar el pasado, es tonto, también, tener miedo, solo debes... dejarlo pasar.
