Dos por ella

Sentada en una roca, mirando el horizonte, las olas salpican al chocar con unas rocas delanteras, me mojan, pero no me molesta, al contrario, sonrío.

Han pasado tres años, mi mente se nubla al pensar en lo sucedido, casi y no recuerdo.

Ola ola rompe contra las piedras, retengo unas cuantas gotas con un movimiento de manos unos segundos, luego se caen, mi preciado don no controla el agua, solo el aire.

La extraño y mucho, perderla fue lo mas duro me ha pasado, aun no lo supero, pero nadie lo sabe, se fingir.

Me abrazo fuerte, evitando que comience a temblar, todos tienen suficiente con lo pasado, no dejaré que sea una carga.

Una pequeña brisa pasa por mi lado, alguien se acerca. Me suelto y respiro hondo, luego tomo una posición relajada. Vuelvo a sonreír, como si nada.

-Te estuve buscando, no desaparezcas así, me asustaste -me reclaman.
-Lo siento -lo miro apenada, pero aun sonriendo- me estuviste buscando mucho?
-Una hora -él arruga las cejas.
-Oh! Tanto? -me sorprendo- disculpa...
-Ok... -hace una mueca- vamonos.
-Me quiero quedar un poco más.
-Pero...!
-Me acompañarías?
-A-ah... -me mira- ok.... solo porque no quiero que una hora de mi vida se desperdicie porque no quieres regresar conmigo -me señala, yo rio.
-Gracias, Kim -le hago espacio en mi roca- cuidado, esta resbalosa.
-Mejor ayúdame -ríe.
-Si quieeeeeres -me encojo de hombros intentando no reír, también.
-Ah... no, no, solo puedo... -al final terminamos riendo por la broma.

Estuvimos conversando sentados en mi roca, cuando comenzó a oscurecer y el mal casi nos alcanzaba, decidimos irnos.

Por un momento, las dos personas que la quisieron tanto, sonrieron de verdad, juntos, aun cuando el verte uno al otro era el recordatorio perpetuo de que ella ya no existía.